En la prensa Octubre 2010

La mosca confidente

Donde yo le veo realmente una gran utilidad a este bicho es en el terreno de la política

11.10.10 - 02:33 -IÑAKI EZKERRA |

Leo con regocijo la jugosa noticia de que científicos del Museo de Historia Natural de Londres han descubierto un nuevo sistema para ayudar a la policía británica a resolver crímenes hasta hoy irresolubles centrándose en el estudio del ciclo vital de las moscas. El revolucionario método se basa en el hecho archisabido de que cuando una persona se muere empieza a emitir olores específicos de descomposición que atraen a los insectos como a un panal de rica miel. Entre las moscas a las que la muerte humana les despierta el apetito se encuentra la célebre mosca azul, que, según se posa hambrienta sobre el sabroso difunto, comienza a poner huevos de una manera frenética. Gracias a dichos huevos de mosca, los entomólogos forenses ahora pueden averiguar el momento exacto de un fallecimiento, y por consiguiente de un asesinato, aunque el cuerpo permanezca meses sin ser descubierto. No tienen más que analizar y determinar la fase de desarrollo en la que se hallan esos repugnantes dípteros desde el estado oval y el larval hasta su apariencia adulta. O sea que a partir de esta aparición de lo que podemos llamar con propiedad 'la mosca confidente', el trabajo de la poli es pan comido.

Uno se alegra por la ciencia criminológica pero lo siente por el género policíaco. A partir de este invento los detectives de las novelas y las series televisivas van a tener menos trabajo del que ya tienen. Antes el momento del asesinato y el asesino mismo eran cosas que descubrían Sherlock Holmes o Colombo a base de idas al lugar del crimen y de venidas del hogar del sospechoso. Todas esas pesquisas, todas aquellas visitas de cortesía y descortesía a la casa o a la oficina o a la tienda del marido de la víctima, todos aquellos paseos nocturnos por bosques y mansiones abandonadas se redujeron bastante con la aparición del ADN y con esas películas en las que el comisario anda continuamente recogiendo pelos u otras porquerías del suelo; en las que el nombre del estrangulador no lo descubre gracias a su inteligencia o pericia en lo alto de un campanario y con riesgo de su propia vida sino que se lo dan en el tranquilo mostrador de un laboratorio como si fuera la prueba del embarazo.

Con el descubrimiento de la mosca confidente los detectives de las novelas, del cine y de la televisión van a acabar en el paro. Pero donde yo le veo realmente una gran utilidad a este bicho es en el terreno de la política, las ideologías y sus líderes. Estamos en un momento en el que se debate en España si todavía vive Zapatero y en el que José María Barreda, que se había erigido en forense de su partido, se desdice del acta de defunción que acaba de firmar en público. Pues bien, aquí es donde tiene trabajo la mosca confidente. Ella puede decirnos cuándo, que día y a qué hora exactamente murió el zapaterismo, como todas las ideologías que se pretenden vivas aunque sean pasto de las moscas y de los moscones hace tiempo.


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