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30 de marzo de 2010

En la prensa febrero 2010

Expertos en criminología advierten de que los delitos del futuro serán más violentos

La prevención de la delincuencia se basa en la autoprotección y la educación civil

Los profesionales abogan por concienciar a los jóvenes de que, además de derechos, deben cumplir unas obligaciones

Agurtzane Salazar - Domingo, 31 de Enero de 2010 - Actualizado a las 10:51h.

Vitoria. Los tipos de delitos también siguen sus propias modas. Los pabellones industriales tan famosos en Álava en los últimos tres años ya no se llevan. Ahora, lo más común es que los cacos echen mano de las tragaperras y de las cajas registradoras. Se trata de hurtos que no superan los 400 euros. Un método de obtener dinero rápido y fácil del que en los últimos 26 días han echado mano los ladrones.

Aunque la situación parezca más tranquila, el presidente de la Asociación Vasca de Criminólogos, Antonio García Chazarra, asegura que los delitos serán más graves en los próximos años. "Serán más violentos si la sociedad sigue con los mismos valores", añade el criminólogo. La prevención es la medida que propone para evitarlos. La autoprotección reduce la probabilidad de ser una víctima de los cacos. Pero más allá de alarmas, García Chazarra insiste en la educación civil. "El delito hay que prevenirlo con la juventud, que está convencida de que tiene derechos y a los que no se les enseña que tienen también el deber de cumplir unas obligaciones", advierte. La culpa, según el presidente, es de la permisividad de los valores que se han ido adoptando en las últimas décadas, que deriva en consecuencias negativas para la seguridad ciudadana. "Si permiten que des un paso más lo das y más aún si eres joven", puntualiza. Una línea que también comparte Fernando, su colega de profesión y compañero de aulas: "Somos más permisivos porque nos creemos con más derechos", insiste. Un ejemplo del cambio de sociedad se ilustra en las aulas. "Los profesores son incapaces de imponer su autoridad. Pillan copiando a los estudiantes y les perdonan". Es por ello que recomienda que el respeto de las libertades comience con la docencia. "Para los menores tutelados por la Diputación las clases que les den y su formación profesional tienen que ser controlables". La política de prevención también debe abarcar la reinserción de la gente. "Es difícil que el individuo cambie pasando sólo 10 días en la cárcel por un robo con pistola. Así no se tiene a nadie a raya".

Fernando, quien prefiere no dar más detalles de su identidad por su profesión, también considera que parte de los delitos se cometen por el exceso de confianza, que evita tomar las mínimas medidas de seguridad. "Parece que nuestras propiedades las podemos dejar ahí y no pasa nada porque como son las nuestras son intocables. Pero esto no es como hace 50 años, cuando era impensable cerrar la puerta al salir de casa". Dentro de una década el panorama de la criminología lo abarcará todo. "Desde enseñanzas, justicia o prisiones porque una de nuestras labores es señalizar los puntos negros de la ciudad. "El alumbramiento en ciertos barrios ayuda a evitar la inseguridad", añade Fernando.

A pesar de su importancia, la licenciatura de Criminología no obtuvo el rango como tal hasta el año 2003. Para ello, fue necesario mentalizar a las instituciones para llegar a la situación actual, en la que 27 asociaciones componen la Federación de Criminólogos de España (FACE). La de Euskadi fue una de las pioneras, una razón que motivó el premio que hace dos años le otorgó el XV Congreso Mundial. García Chazarra recuerda que nada de esto hubiera sido posible sin una figura clave: el catedrático de Derecho Penal Antonio Beristain -fallecido el año pasado- "el principal impulsor de la criminología cuando en 1976 fundó el Instituto Vasco".


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